lunes, 11 de febrero de 2013

Los huesos de Andrómeda

Para mí, la galaxia de Andrómeda siempre ha sido muy especial, y no exagero si digo que desde mi infancia. Ya entonces aprendí a encontrarla incluso desde la ciudad, partiendo de Casiopea, y admirar con prismáticos ese borroncillo gris, en apariencia tan sosaina pero con tanto significado: la luz más lejana y antigua que nuestros ojos pueden captar, una luz que fue creada en aquella galaxia cuando el homo sapiens aún no existía (hace unos 2.3 millones de años). Así que yo era un gran "fan" de esta galaxia, y hasta hacía mis equipos de fútbol de chapas con este nombre (los "jugadores" tenían nombres de estrellas) y por supuesto ganaba casi siempre. Ya en mis tiempos de astro-aficionado más "profesional", y ya me entienden ustedes lo que quiero decir, siempre vuelvo a M31 a dar un vistazo rápido cuando hay ocasión, sea a simple vista en cielos oscuros, con prismáticos, o con la "lavadora", el telescopio de 30cm. Hay mucha gente que no sabe lo grande que se ve esta galaxia: cuando decimos que es como seis veces la luna llena, todo el mundo te mira con sospecha y les cuesta creerlo, pero así es. Se ve grande, pero débil: salvo con los telescopios más grandes, sólo llega a verse a ojo la parte del núcleo y poco más. En cambio, las fotografías muestras toda su extensión, sus canales de polvo oscuro, sus nubes rojizas de hidrógeno y brazos azulados de estrellas jóvenes. En el 30cm he llegado a ver algunos cúmulos globulares de esa galaxia vecina, que parecen como estrellas algo difusas.

He mencionado M31: es el número de catálogo de Messier para la galaxia de Andrómeda (ya que está en esta constelación). Messier 31 tiene dos galaxias satélites: M32 y M101, que también se pueden ver por telescopio.

Nunca había hecho una foto seria de M31. Es un objeto que a pesar de esta relación personal que tengo, no me ha llamado la atención para fotografiarlo a fondo: sí, algunas horas aquí y allá, muchos intentos en mis tiempos de fotografía química con guiado a ojo, con focales cortas, pero nada serio. Una razón podría ser que para hacer una buena foto de esta galaxia se requiere un buen cielo muy oscuro, y yo no he sacado apenas el "sistema fotográfico pesado" a sitios oscuros. Desde casa, como ya he comentado en este blog, no se pueden sacar detalles débiles con los filtros habituales, rojo, verde y azul. Así que, en estos meses de Enero y Febrero, mientras hacía tiempo para fotografiar otro objeto que cruzaba tarde el meridiano, pensé en hacerle una foto a M31, eso sí, con filtros de banda estrecha, que son los que tengo instalados ahora. Las galaxias no son en teoría buenos objetos para fotografiarlas en banda estrecha, ya que su luz es de espectro continuo, salvo las zonas de hidrógeno que mencionaba arriba. Por eso se ven pocas fotos con banda estrecha: algunas sí hay con H-alfa, que es donde el hidrógeno ionizado emite con ganas. Pero no he podido encontrar una foto en banda estrecha completa con tres filtros, tal como H-alfa, OIII y SII. Es verdad que los dos últimos no aportar gran cosa, comparados con el H-alfa. Este, precisamente al resaltar las zonas de nebulosidades de hidrógeno excitado, revela muy bien dónde se están creando nuevas estrellas en nuestra galaxia vecina. Por ello estas fotos dan la impresión de ser como una radiografía de la galaxia, de estar viéndole los huesos que en las fotos normales de color sólo se intuyen. Este efecto de hecho se puede llevar más allá y hacer un buen estudio de la galaxia, a nivel aficionado, como por ejemplo en:
http://www.beskeen.com/gallery/galaxy/m31/m31.shtml

Con esto, los datos de la toma:
H-alfa 5 horas 50min
OIII 5 horas
SII 5 horas 10min
Total 16 horas, en tomas de 10 minutos, sin guiado
Filtros Astrodon 5nm
Cámara QSI683ws a -20ºC
Tubo Takahashi FS102 a f/6
Adquisición con Maxim DL, Procesado completo con Pixinsight

Así que, aunque no sea una foto convencional, la considero mi primera foto "seria" de Andrómeda, mi icono de la infancia y juventud.


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